Opinión editorial de Nuevo Mundo
¿Por qué apoyamos la Reforma de la
Iglesia católica y la posición del Papa
Francisco?
La Iglesia Católica Universal, la que fue fundada por
Jesucristo hace más de dos milenios se fundamenta en el mandato divino y en la
obra evangelizadora de sus servidores
humanos, tanto la jerarquía eclesiástica compuesta por el Santo Padre, el
Colegio Cardenalicio, así como el resto de sus instituciones.
Como también los obispos, arzobispos, sacerdotes y religiosas,
así como la comunidad laica que compone
la feligresía. Pero en la Iglesia Católica.
Como institución al servicio de la evangelización ha habido desde su fundación
disidencia, controversia y contradicción.
No como
herencia de sus fundadores, Jesucristo y sus principales apóstoles, sino de los
seres humanos que la han dirigido y que en diversas ocasiones han mostrado y
representado sus intereses particulares.
El
catolicismo como religión y doctrina cristiana ha tenido que enfrentar muchas
crisis institucionales, que van desde las divisiones que afloraron en los
principales Concilios, entre ellos la
Inquisición, y la persecución del
Imperio Romano, y se extiende ese oscuro
período hasta la Edad Media, en que las posiciones eclesiásticas se comercializaban
al mejor postor.
No importaba
que se tratara de un campesino inculto, o sin condiciones morales para que se
le vendiera el puesto de obispo, arzobispo, o sacerdote, lo que importaba era
la clase social a la que pertenecía y el dinero que tuviera disponible para
pagar.
Así la
Iglesia Católica ha ido envejeciendo en sus estructuras principales y es cada
vez más propensa a los escándalos. Los últimos combates que ha tenido que
pelear el catolicismo como institución son aquellos en que se han visto
envueltos, obispos, nuncios y sacerdotes en casos de pederastia, lo que las
arcas financieras de la Iglesia Católica
ha tenido que resarcir con millones de dólares de los donantes y
contribuyentes.
La Iglesia
Católica está asediada de malos administradores que utilizan el latrocinio para
el enriquecimiento ilícito, y al parecer hay una cúpula de funcionarios en el
Vaticano y en el resto del mundo que actúan libremente y obvian las directrices que emanan del Sumo Pontífice.
Con la
llegada de Jorge Mario Bergoglio ( Francisco) a la cúpula del Vaticano se
inicia una nueva era y él mismo ha denunciado los males que aquejan a la
Iglesia y anuncia una profunda reforma, que ya está en marcha y que estructuran
ocho cardenales, junto al Santo Padre, en Roma, y que dará al traste con los principales obstáculos que
hoy se les enrostran al catolicismo y que han hecho que la matrícula de
feligreses baje en la mayor parte del mundo. En algunos países, como México,
Brasil, y Europa, la estampida se sitúa entre un 10y un 20%, pero sin dudas, que después de concretada la Reforma habrá un
apoyo solidario y la matrícula crecerá considerablemente.
Nosotros en
Nuevo Mundo apoyamos abiertamente la Reforma y nos solidarizamos con el papa
Francisco. Es tiempo de cambiar las cosas que andan mal en el seno de la
Iglesia Católica y hacer como hizo Jesús en Jerusalén, que expulsó a todos los
mercaderes y bandidos que habían profanado el templo de Dios, el Papa
debía pedir la renuncia a todos los
obispos que hayan cumplido 75 años al servicio del evangelio, y los obispos
renunciar voluntariamente, para que no se conviertan en un obstáculo a la
Reforma por su posición conservadora y su tradición antigua, a los delincuentes
que los hay en buena cantidad, expulsarlos definitivamente del seno de la
Iglesia. Adelante Papa Francisco, Dios le protege y Jesucristo es nuestro aliado.
Que Dios guíe y bendiga su iniciativa, y
que pronto tengamos una Iglesia nueva dinámica, humana, compasiva y que
comparta su misión con los pobres como lo hizo Jesús en su misión terrenal .@
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